La gama Land Rover ha desarrollado una serie de tecnologías de última generación que harán mucho más fácil cualquier situación.
Esta tecnología ha sido diseñada para hacer de la conducción por campo más fácil y segura. Un control de crucero específico para esa situación. Este sistema es responsable del acelerador y los frenos. Hace que las pérdidas de tracción se minimicen ante cualquier deslizamiento, dejando que el conductor únicamente tenga el control del volante.
Esta maravillosa tecnología permite afrontar subidas y descensos sin apenas esfuerzo. Mientras sube una cuesta, el vehículo libera los frenos para permitir la aceleración necesaria y, al volver a iniciar el descenso, vuelve a tomar el control de los frenos para liberarlos.
¿Sacar todo el partido al coche tanto en el campo como en la carretera? El conductor puede elegir entre una variedad de programas entre los que destacan el de arena, barro y gravilla. El sistema es capaz de optimizar el comportamiento del acelerador, el cambio de velocidades y el control de tracción para ofrecer el máximo agarre en función del terreno.
Remolcar una caravana o circular marcha atrás con un remolque en poco espacio requiere de habilidad y experiencia. Este asistente usa una cámara trasera para mostrar la dirección en que maniobrar.
Mediante sensores situados en los espejos retrovisores el sistema es capaz de conocer la profundidad de, por ejemplo un río, mostrándolo en la pantalla táctil y considerando si puede atravesarse o no. Además, un sonido indica el aumento de la profundidad.
El uso de los frenos mediante el sistema Torque Vectoring mejora la dinámica de los Land Rover incluso en las peores condiciones. El resultado es un paso por curva mejorado y mayor agilidad en carreteras estrechas y sinuosas.
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